jueves, diciembre 04, 2008

Ya vimos ayer lo que le pasó a Hipaso por divulgar un descubrimiento secreto que hoy en día es inofensivo. De todas formas, desde el punto de vista de los pitagóricos la muerte de Hipaso no era tan grave. Ellos pensaban que al morir su alma se mudaría de cuerpo, sin más.

Probablemente mudaría a un cuerpo que no conocería el secreto, así que asunto arreglado.

Las consecuencias para la matemáticas griegas fueron que el descubrimiento se trató como un obstáculo infranqueable. Los griegos se centraron en el estudio de la geometría y dejaron de lado los números relacionados con áreas y longitudes.

El siguiente gran impulso relacionado con los números naturales se da con Euclides (sobre el 300 a.c.), pero esto es otra historia.

La verdad es que hoy en día el impacto sigue siendo fuerte aunque no tenga consecuencias prácticas.

En el triángulo de arriba si el cateto EA mide 1 metro y el cateto AB también mide 1, la hipotenusa mide 1,4142135623730950488... hasta el infinito.

O sea, que no puede existir un triángulo así.

Acabo de poner que no tiene consecuencias prácticas, pero ya me estoy arrepintiendo...

La informática, la electrónica, sirve para solucionar problemas, descubrir cosas nuevas,..., pero siempre tienen ciertas limitaciones como la memoria disponible, la longitud de los registros, la memoria máxima que se puede direccionar, los MIPS, la frecuencia máxima de reloj, la longitud máxima de cada tipo, etc. etc.

Hay cálculos que requieren gran precisión, y por otra parte hemos visto que en este universo (da igual lo avanzada que esté una civilización) surgen números indomables que requieren memoria infinita para ser almacenada.

Esto nos lleva inevitablemente al fracaso de grandes proyectos, especialmente con magnitudes increíblemente grandes, o increíblemente pequeñas.

En los próximos días pongo unos cuantos casos.

Pista: Observar estas imágenes e imaginaros lo lejos que pueden estar esas maravillas:



Saludos.

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